La realidad latinoamericana muestra que para fortalecer la consciencia socialmente responsable en la región todos deben participar, sin importar fronteras.
De acuerdo con Henri Le Bienvenu, Gerente General de Perú 2021, asociación civil sin fines de lucro, y representante de World Business Council for Sustainable Development en aquel país, la Responsabilidad Social en América Latina aún está en busca del equilibrio.
Por un lado, dice, tenemos a los consumidores que aún eligen un producto por el factor precio y a quienes hacen un esfuerzo por apoyar a las marcas sustentables (por más costo que eso implique). Por el otro, están aquellos empresarios que fueron educados bajo los paradigmas de la vieja escuela y que, desde luego, eligen las utilidades por encima de la responsabilidad social.
A pesar de ello, “se puede decir que la RSE está corriendo a un ritmo más rápido de lo que nosotros mismos pensamos”, opina el especialista en Responsabilidad Social. El motor de esta nueva filosofía empresarial: el valor de lo intangible.
Hacia la sustentabilidad
Antes, la visión y la misión tenían que ver únicamente con cuestiones económicas: “quiero ser la compañía más grande del mercado y triplicar mis ventas”. Por el contrario, hoy se ve que existe una necesidad de trabajar en valores y en intangibles. Por lo tanto, se debe colocar en la Misión y Visión de la empresa esos valores e intangibles.
En ese sentido, es muy importante empezar por casa. ¿Qué pasa en realidad? Debido a que hay poco conocimiento del tema, las empresas en general creen que la Responsabilidad Social Empresarial iniciará por el lado de la comunidad. Pero para que algo sea sostenible en el tiempo, debe nacer desde la raíz, desde la parte interna de la organización.
Lo que sí es necesario es tener una consciencia porque la empresa goza de un gran poder en la comunidad. Por ejemplo, si los empleados ven que en la institución se ahorra la luz, así lo harán en casa. Esto es fundamental, pues los colaboradores son quienes materializarán estos cambios que busca la organización para la que trabajan. De ahí la fuerza y responsabilidad que tienen las compañías como impulsoras de la RSE.
Retos a superar
El hecho de que la Responsabilidad Social no haya logrado alcanzar el tan anhelado equilibrio no se debe a una falta de compromiso por parte del sector empresarial, sino que aún carecemos como región de un proceso donde se involucren la empresa, el consumidor, la universidad y el Estado.
La pregunta es: ¿quién debe difundir el conocimiento sobre Responsabilidad Ssocial Empresarial? A decir de Henri Le Bienvenu, en Perú existe una iniciativa llamada RS Todos, porque en realidad esto depende de todos. Esta iniciativa se refuerza con otras actividades, como las alianzas estratégicas a nivel Latinoamérica.
En 2011 se lanzó el distintivo de Empresa Socialmente Responsable en Perú, convirtiéndose en el primer socio del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) fuera de México. Y de 2011 a 2012 se cuadruplicó el número de empresas participantes, al pasar de 20 a 80. “Ha llegado el momento en que dejemos las fronteras de lado y tomemos consciencia de que el cambio cuesta, no es fácil y depende de todos”, finaliza Le Bienvenu.
[quote]Si tu propia gente no está convencida ni tiene claro hacia dónde va la empresa, no tiene caso emprender acciones de Responsabilidad Social Empresarial.[/quote]