Foto: www.theverge.com
El fundador de Tesla, Elon Musk, publicó un artículo en el 2014 que se refería a la liberación de las patentes de su compañía como una manera de acelerar el desarrollo de los vehículos eléctricos, favoreciendo así el cuidado del medioambiente y ahora reiteró la posibilidad de reproducir sus inventos como una forma de combatir la contaminación ambiental.
Al liberar su propiedad industrial en código abierto, Tesla renuncia a perseguir judicialmente a quienes “de buena fe” aprovechen su tecnología.
Elon Musk vuelve con una declaración poco común en la competitiva industria automotriz: Tesla Motors liberó sus patentes con el objetivo de ayudar a combatir el cambio climático.
Musk, publicó un post en el blog de la compañía donde afirma que desde su fundación, su meta siempre fue “acelerar la llegada del transporte sustentable”, y añade:
Si inventamos un camino para la creación de atractivos vehículos eléctricos, pero luego sembramos minas antipersonales de propiedad intelectual detrás de nosotros para ahuyentar a otros, estaríamos actuando de manera contraria a ese propósito.
A través de su cuenta de Twitter, Musk explicó que no quiere que su competencia sean los fabricantes de autos no eléctricos, sino los autos existentes y la dependencia a los hidrocarburos de la industria automotriz actual.
«Todas nuestras patentes les pertenecen»
All our patent are belong to youhttps://t.co/HPK5R5UMS6 pic.twitter.com/t99riofeCI
— Elon Musk (@elonmusk) January 31, 2019
Musk piensa en sí mismo como un inventor, como Leonardo da Vinci, Thomas A.Edison o Nikola Tesla, a quien rinde homenaje con su marca. Como inventor, Musk piensa que las patentes son una carga burocrática que “dificulta el progreso, enfrenta a corporaciones gigantescas y enriquece más a los profesionales de las leyes que a los inventores mismos”.
Sin embargo, la práctica común es patentar los nuevos inventos para proteger la propiedad industrial. Pero en el contexto del mundo en nuestros días, con la amenaza de cambios climáticos sin precedentes detonados por la acción humana sobre el medioambiente, gestos como el de Musk pueden servir para hacer un llamado de atención a la industria del automóvil en general.
Según cifras, el mercado automotriz fabrica 100 millones de autos al año; aunado ello a la suma aproximada de 2,000 millones de autos que ya existen en el mundo, “es imposible que Tesla construya suficientes autos eléctricos para enfrentar la crisis de combustible”.
Así, en lugar de evitar que otros fabriquen autos eléctricos, con el riesgo de hacerlos perder participación de mercado, Tesla llama a sus competidores a apropiarse de su tecnología “aplicando la filosofía de código abierto“.
Además de una excelente vía publicitaria, el gesto de Musk también puede servir para incitar discusiones acerca de las condiciones necesarias para que la flota vehicular mundial transite definitivamente de los hidrocarburos a las energías limpias, y no solamente los automóviles particulares, sino también los transportes públicos y los prometedores vehículos no tripulados.
Fuente: ecoosfera.com