Entrevista a Lorenzo Mendoza, Presidente Ejecutivo de Empresas Polar, acerca del compromiso de las organizaciones con sus grupos de interés.
Empresas Polar es una organización familiar con más de 70 años en el sector de Alimentos y Bebidas, con una facturación cercana a los US$8,000 millones. Las categorías en las que participa son: harina precocida de maíz, arroz, pasta, todo tipo de untables (margarina, mayonesa), helados, salsa de tomate y comercializa los productos Quaker (tanto en Venezuela como en Colombia); además de bebidas instantáneas, cerveza, refresco, agua, jugos, bebidas deportivas. Su cobertura llega a Venezuela y Colombia (en producción), y exporta a casi todos los países de América Latina, Estados Unidos y la mitad de los países de Europa Central.
En entrevista exclusiva para Suplementos Corporativos habló Lorenzo Mendoza, Presidente Ejecutivo de Empresas Polar.
SC: Empresas Polar fue una de las organizaciones pioneras en Forum Empresa. Desde su perspectiva, ¿cuál sería el error en el que cayeron las instituciones públicas y privadas en Latinoamérica al relacionarlas con la RSE?
LM: Es cierto que las empresas tiene que generar valor a través de su responsabilidad social, pero también deben aprender a generar confianza con organizaciones privadas, públicas y de desarrollo social. Hay mucha desconfianza en los sectores. Tradicionalmente se ve a las empresas como entes que sólo quieren generar dinero y punto; a las organizaciones de desarrollo social se les ve un poco extremistas en sus posiciones (no queriendo ver nada con el beneficio económico), y al sector público como una perspectiva de corto plazo del político que busca el voto inmediato. Por lo tanto, hay que buscar maneras de ser altamente eficiente.
SC: ¿Cómo cambiar esa impresión y generar iniciativas sustentables en el largo plazo?
LM: Para empezar hay que romper estos paradigmas, poner la palabra “confianza” en medio y trabajar con ella sin olvidar que ésta sólo se construye desprendiéndonos todos de nuestras posiciones principistas y poniéndonos a trabajar con un sentido común.
Hay que sentarse a la mesa con alcaldes, gobernadores, ministros; así, se puede lograr mucho, pues esto se convierte eventualmente en políticas públicas que vienen de abajo hacia arriba, con la participación de los tres sectores (privado, público y de desarrollo social). Entonces, podremos hablar de políticas públicas que son sustentables y que van a tener éxito a largo plazo. Este es el objetivo y creo que es posible.
SC: Con base en su experiencia, ¿qué necesitan las empresas latinoamericanas para multiplicar sus esfuerzos en materia de RSE?
LM: Todos podemos ser responsables en lo que hacemos, pero si no estamos comprometidos, no funciona. Para mí, el término de “responsabilidad social” es bueno, porque es el que la academia acuñó, el que está de moda, pero yo creo más en el compromiso. “No puedes ser responsable en muchas cosas y no estar comprometido con nada”. Cuando uno está comprometido, se marca la diferencia; cuando la pasión aparece y el corazón se pone ahí, es que realmente las cosas empiezan a ocurrir. Ojalá pasemos de hablar de responsabilidad social a hablar de compromiso, entonces la temática y la profundidad del tema será diferente.
SC: Mencione por favor tres retos que deban enfrentar las compañías latinoamericanas a propósito de la Responsbailidas Social Empresarial
LM: el reto más importante es aprender a trabajar y generar confianza entre los tres sectores clave (sector público, privado y organizaciones de desarrollo social) para hacer que la responsabilidad social sea escalable y genere alto impacto; el segundo es tener visión de largo plazo para construir confianza y beneficio para la población, y finalmente, hay que trabajar de abajo hacia arriba y no al revés, para ello hay que estar presente en las comunidades para saber lo que está pasando. Si logramos estos tres retos, tendremos éxito.
SC: Una última reflexión que quisiera compartir con las empresas mexicanas.
LM: En América Latina siempre nos dicen que estamos en la cola de lo que pasa a nivel mundial; cuando crecemos económicamente no lo hacemos como Asia, cuando mejoramos nuestros procesos de transparencia corporativa no es suficiente frente a los europeos. Entonces, en términos relativos perdemos y siempre estamos rezagados frente a los grandes rubros del mundo. Lamentablemente los demás están haciendo mejor las cosas que nosotros, pero en la única cosa que me puedo sentir absolutamente convencido de que no es así es en el emprendimiento social. No he visto mejores emprendedores sociales que en América Latina. Conozco personas desconocidas en estos países que son campeones del emprendimiento social con las comunidades haciendo patria.
Así concluyó el máximo representante de Empresas Polar, quien se mostró en todo momento a favor de la Responsabilidad Social Empresarial como una manera no sólo de impactar positivamente a los grupos de interés, sino como una manera de hacer negocios.